miércoles, 24 de febrero de 2010

Algun mes del 2008

Las siguientes no son palabras imparciales, ni objetivas, las escribo desde una posición tomada y con una admiración especial. Pero no es la primera vez que sucede, ya desde el mundial 2002 por acción o por omisión, ya sea criticando o simplemente siendo indiferente, lo cierto es que se ha tratado de minimizar las actuaciones de Pablo Aimar. La semana pasada decían luego de poner al aire algunas jugadas de Pablo Aimar que nadie se sorprendiera. ¿sorprenderse de qué? Digo, me parece que el árbol no nos está dejando ver el bosque. El domingo en el diario clarín respecto de la actuación de Aimar el día anterior ante el Real Madrid sólo se dijo “estuvo en cancha”, dejando de lado que a él le cometieron el penal que Milito trasformó en gol y sin dar ni un comentario de la excelente jugada (eludiendo 5 rivales) con la que le sirvió el segundo gol a Diego Milito, sin embargo a la mano de Messi le dedicaron toda una página. Me parece que el marketing no nos está dejando ver el fútbol. De los demás diarios mejor ni hablar, Perfil desde su salida los domingos lo máximo que le dedicó fue un epígrafe en una foto. No voy a discutir lo hecho por otros jugadores pero me parece que lejos, Aimar es y ha sido el mejor jugador argentino jugando en Europa, que si bien no ha tenido puntos sobresalientes como los esporádicos que tuvo Riquelme en la Champions del año pasado o los de Tevez peleando el descenso, o los mismos de Messi, quien juega con todos craks en un equipo netamente ofensivo, Aimar se ha mantenido siempre en un nivel superior al 7, con lesiones, con equipos en donde los técnicos son capaces de jugar con 10 antes de poner un delantero, y hasta han peleado, con un equipo chico, realmente chico, hasta las ultimas fechas un lugar en la liga de campeones del próximo año, sin embargo ni un elogio.
Estaría bueno que hiciesen un repaso de lo hecho por la selección, (en el mundial, con Suecia o con Argelia) o por el mismo Messi ya que les gusta tanto, cuando juega con Aimar y cuando se juega sin Aimar. A eso súmenle el análisis de las actuaciones de los delanteros (Milito o Crespo) cuando está Aimar.

26 de julio de 2007

Mi humilde y corta experiencia con el Negro

Desde la tarde de 19 de julio hasta estos días se han escrito miles de artículos, se han reeditado muchos de sus chistes, se han vuelto a emitir imágenes de sus entrevistas y se han practicado más de una editorial en programas de radios acerca de la muerte o mejor dicho de su vida y sobre todo de la filosofía de vida, con que decidió transcurrir entre nosotros el genial Roberto Fontanarrosa.
Estas líneas no pretenden homenajear, dado que para ello es necesario hacerlo por lo menos con herramientas a la altura de las siorcunstancias, sino que pretenden desde algún costado egoísta, intentar expresar las sensaciones, si se quieren “cholulas” que sentí el día que por pocos segundos pude entablar una conversación que no llevó más de dos interlocuciones con el “canalla” más famoso.
Allá por el año 2002, si mal no recuerdo, caminando por la Feria del Libro, en el stand de Ediciones de la Flor, se encontraba el creador de Inodoro Pereyra. No sin dudarlo, y con una entrada que puede sonar frívola para cualquier intelectual, me acerque a Fontarrosa preguntándole sobre el lugar en donde se desenvolvían las historias del gaucho, ya que en alguna oportunidad había leído en sus charlas con Mendieta, que el campo en el que se encontraban, estaba ubicado en Bragado.
Este humorista, preguntándome si yo era de esa ciudad, me comentó que efectivamente, al momento de situarlo lo había imaginado en algún campo de la pampa húmeda, por el centro de la Provincia de Buenos Aires. Sin saber que más preguntarle me retiré del stand no sin antes hacer los saludos de despedidas de rigor.
Así fue mi escaso contacto con uno de los escritores populares más importantes de nuestra lengua.
No pretendo ser original, porque ya todo o casi todo se ha dicho, si menciono que Fontanarrosa daba toda la sensación de tipo humilde, simple, y amigable. Sobre todas las cosas, esto último, esto de expeler cierto aroma de ser un tipo del que uno desea ser amigo, con el que uno hubiese deseado compartir un vermú hablando de fútbol en alguna de las mesas del café “El cairo” de Rosario, allí en donde compartía sus tardes con amigos.
Este es uno de mis orgullos personales. Algunos guardaran alguna foto con Alfonsin, otros mantendrán en sus memorias un beso con Carlos Salud M----, yo puedo decir que charle con el genial Roberto Fontanarrosa.

10 de diciembre de 2007

Asunción
10 de diciembre
Esperanza o desilusión

El primer recuerdo que tengo de un 10 de diciembre es el del año 1989, que en rigor de verdad no fue 10 de diciembre sino 9 de julio. Recordemos que por aquel entonces, y dado el convulsionado ambiente que se vivía, la entrega del mando presidencial de Alfonsin a M….. adelantó 6 meses y un día. En aquel 9 de julio, que hizo las veces de 10 de diciembre, comenzaron los diez ¿peores? años de la vida argentina. El segundo recuerdo, no resulta mas grato, y por el contrario sí culposo. En este caso si se dio el traspaso en un 10 de diciembre de 1999. Ese día sentado en la Plaza de Mayo y con la vista en Casa Rosada, me mocioné hasta las lágrimas, emocionado por el fin del menemato y con la ilusión (tonta pero ilusión al fin) de que se vendrían tiempos de cambio. Justamente el tiempo (cacerolazo por medio), fue el que me acercó al escepticismo de estos días.
Hoy es 10 de diciembre de 2007, y el ya ex-presidente Nestor Kirchner, entregó el bastón de mando a su señora esposa, Cristina Fernandez.
Por esas cosas de la rutina diaria, y por tratar de evitar el tumultuoso tránsito de la ciudad de Buenos Aires, me encontré cerca de las 16:30, en las inmediaciones del Congreso.
Al ver la multitud de gente amontonada supuse que la presidenta aún (en contra de lo que creía) no había hecho el trayecto entre la casa de los representantes del pueblo, (normalmente vallada, mucho más un día como hoy) y su próximo lugar de trabajo, la casa de gobierno (también habitualmente vallada, al igual que supo estarlo el otro recinto democrático por excelencia, el palacio de justicia).
Y así era nomás. Justo en el momento en que caminaba por una de las veredas de la calle Rivadavia, en dirección a la Avenida Callao, un auto alemán oscuro, en sentido inverso al transito común, trasladaba a la familia presidencial. Ella, en el asiento trasero izquierdo y con la ventanilla baja, regalaba sonrisas y saludos a las personas que contra las vallas (si, más vallas) la saludaban y le gritaban halagos y buenos presagios.
Al ver el rostro de la presidenta, a no más de 4 metros de distancia, tuve una sensación contraria a la anteriores vividas en los 10 de diciembre. Esta vez, sentí más fuertemente, que la mujer con la cara maquillada con productos de belleza importados, en nada representaba, a los que detrás de las vallas se sentían representados por ella.
Más tarde, al escuchar por televisión algunos de los fragmentos de su discurso de asunción, me detuve en una frase “Estoy ilusionada…..” comenzó diciendo, para continuar con su verborragia
Ilusión, es justamente lo que no me genera. No puedo ilusionarme con alguien que ni durante toda la campaña electoral, ni en su discurso luego de haber ganado la elección, ni aún al asumir el mando nada dijo de la distribución de las riquezas. No puedo ilusionarme con alguien que mantiene a los ministros mas cuestionados de su marido. No puedo ilusionarme con dirigentes que siguen creyendo que los militares necesitan más del doble de presupuesto, que la salud de este país y más que la acción social, (presupuestos Defensa: 8.224.876.573, Salud: 3.538.973.887, Acción Social: 7.510.322.002).
Casi desapercibido pasó la asunción del 5to gobernador peronista consecutivo en 20 años de mandatos. Con estos números, uno supondría que la provincia es un paraíso. Lo cierto es que no y que cada peronista que se presenta para gobernar la provincia mas grande, lo hace cuasi como oposición. Es que es imposible postular lo mismo que se viene haciendo, aunque después se siga haciendo lo mismo.
Así llegamos a Bragado. Imagino, sin tener noticias ciertas, que también se produjo un cambio de autoridades. Pero qué se puede esperar. Si la presidenta, y referente política del actual intendente nada ha dicho acerca de una distribución equitativa de las riquezas, que puede hacer el representante de 40.000 habitantes. O acaso alguien imagina que el gobierno local puede poner un impuesto a las cerealeras, para distribuir lo recaudado entre los pequeños productores o para retribuir un poco mejor a quien se pasa horas arriba de la cosechadora. Siempre fui un convencido que, un gran porcentaje del nivel de vida de un bragadence se decide más en una reunión de un Ministro de economía con los acreedores del Club de Paris, que lo que puede decidirse en el despacho de Alsina.
En parte por todo esto y por mi corta experiencia, permítanme seguir siendo escéptico, ojalá dentro de cuatro años los hecho me demuestren lo contrario y los chicos que piden a la salida del supermercado ya tenga como alimentarse, que las precarias casas que rodean el terraplen sean hogares dignos y que los que más ganan, ganen menos (no que dejen de ganar) en favor de los que nada han ganado hasta ahora.